La mesa redonda que se ha celebrado hoy en el TecnoCampus con motivo del
Día Internacional de las Mujeres ha servido para poner sobre la mesa algunas de las cuestiones no resueltas en nuestra sociedad con respecto a la igualdad de género.
El debate, del que hoy se hace eco La Vanguardia, ha reunidos dos estudiantes y dos empresarios del parque.
Ángela Pareja, directiva de la multinacional Multivac, y
Joan Gil, de la empresa The Cube, por la parte empresarial; y
Rut Bertran, estudiante de ingeniería electrónica, y
David Santiago, estudiante de enfermería, por parte de los estudiantes. La moderadora del debate ha sido la profesora
Montserrat Vilalta, que dirige la comisión del plan de igualdad del TecnoCampus.
La visión de los estudiantes era particularmente interesante porque en ambos casos se forman en profesiones muy marcadas desde el punto de vista del género: mayoría de mujeres en enfermería, y mayoría de hombres a las ingenierías. A pesar de ello, tanto Rut Bertran como David Santiago explicaron que viven con absoluta normalidad su profesión. "En casa mis padres siempre en dieron todas las facilidades. Si yo decía que prefería un coche a una muñeca, pues un coche", explicó Bertran. Y en el caso de Santiago, dijo que la suya es una vocación de hace muchos años, y que "a pesar de que en muchos lugares me toman por el médico, digo con toda normalidad que no, que soy el enfermero". Estudiantes y empresarios coincidieron en que en la educación está la clave para cambiar las cosas. "Queda mucho camino, pero los más jóvenes nos ayudarán a recorrerlo", apuntó Pareja.
Otro de los ámbitos en los que ha habido coincidencia es en la necesidad de la corresponsabilidad en la atención de los hijos y del hogar. En esta línea, con algún matiz, los participantes en el mesa redonda han estado de acuerdo en alargar el permiso de paternidad -alguien ha apostado por hacerlo obligatorio- y a acortar los horarios de trabajo. "En muchos países europeos, a las 17h todos han terminado de trabajar, y no pasa nada", remarcó Montserrat Vilalta.
Más discrepancias ha generado la conveniencia de las cuotas para alcanzar la paridad. Ángela Pareja, por ejemplo, se ha mostrado en contra: "Queremos que a las mujeres se nos valore por lo que somos, por nuestra valía, y no que nos señalen porque somos parte de un sistema de cuotas", ha dicho. Y en esta valoración en plano de igualdad, también se ha exigido la plena igualdad salarial en igualdad de tareas, es decir, el fin de la brecha salarial.